En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, Universidad de Playa Ancha (UPLA) y Seremi de Salud realizaron seminario conjunto
Regional - Dos de cada de cada 10 personas en Chile presentan problemas de salud mental, mil 800 mueren al año por suicidio y, por cada una de ellas, cerca de 20 personas realizan un intento.
Los problemas de salud mental y las ideas de suicidio son más comunes de lo que pensamos. Así lo explicó la psicóloga Javiera Yáñez, profesional de apoyo de la Unidad de Salud Mental de la Seremi de Salud de Valparaíso, en el ciclo de seminarios de Promoción de la Salud y Calidad de Vida organizado por la Universidad de Playa Ancha (UPLA) y dicha seremía, en el Día Mundial de la Salud Mental.
Yáñez sostuvo que quienes padecen algún trastorno emocional no sólo cargan la enfermedad, sino también la discriminación y la estigmatización surgidas al etiquetar a alguien por su diagnóstico como “el depresivo”, “el bipolar”, “el anoréxico”, así como por los mitos que, como consecuencia, generan resistencia a pedir ayuda.
“Existen diversos mitos sobre las personas que pueden tener problemas de salud mental, que limitarían la posibilidad de que puedan obtener algún tipo de ayuda, que se reduzcan las oportunidades laborales o de participar en ciertas actividades académica o sociales, e incluso ser víctimas de violencia física y de acoso. Además de la creencia de que nunca superará ciertos desafíos o que nunca va a mejorar. En el fondo, son como una sentencia de muerte”, precisó.
Por ejemplo, se cree que son violentas las personas con trastornos de salud mental, cuando la realidad es que es mucho más probable que ellas sean víctimas de violencia, por su estado de mayor vulnerabilidad. Se piensa también que quienes tienen estas afecciones son solo los que no tienen voluntad de estar mejor, cuando en realidad los trastornos de salud mental no se escogen. Agregó Yáñez que decirles a ellos que su sufrimiento es por su propia culpa, aumenta su padecimiento y disminuye las posibilidades de que acceda a tratamiento.
SEÑALES DE ALERTA
En el seminario, la psicóloga dio cuenta de algunas señales de alerta para prevenir el suicidio, a través de lo que dicen o hacen las personas, y de cómo actuar para ayudarlas.
“Por ejemplo, si la persona manifiesta de manera explícita el deseo de morir, herirse, manifiesta sentimientos de desesperanza, de no tener razones para continuar viviendo o que se siente atrapado, bloqueado, que es una carga para otros. Si observo que existe mayor abuso de ciertas sustancias para intentar mitigar algún tipo de dolor, buscar de manera directa formas para terminar con su vida, si veo que la persona se aísla, deja de participar, o si duerme muy poco son cambios abruptos en los que nos tenemos que fijar”, afirmó.
Cómo ayudar, la profesional sugirió acompañar a la persona a su centro de salud de referencia o llamar al Fono Salud Responde 600 360 77 77 para obtener orientación psicológica. En caso de riesgo vital, acompañarla al servicio de urgencia más cercano o llamando al Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) al 131. Igualmente, eliminar cualquier objeto que pueda utilizar para quitarse la vida, asegurarse de no dejarla sola e involucrar a sus familiares y amigos.
CULTURA DEL BUEN TRATO
El académico de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), psicólogo Juan Pablo Araya, se refirió a los distintos tipos de crisis y sus impactos a nivel del organismo, de las personas y del entorno. Subrayó la necesidad de una cultura del buen trato y de un comportamiento de manada, como modelo de tratarse bien a uno mismo, como familia, comunidad y como sistema político, para enfrentar colaborativamente las crisis.
Mientras que el encargado de Salud Mental de la Seremi de Salud Valparaíso, Nicolás Díaz, dio cuenta de la acumulación de desgaste emocional conocido como fatiga pandémica, que afecta a los chilenos y de la primera ayuda psicológica, es decir, de la asistencia humanitaria y práctica de apoyo a otra persona expuesta a situaciones de alto estrés.
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