San Felipe - Actividad contó con la colaboración de la Liga Chilena contra la Epilepsia. Una mirada amplia sobre las epilepsias realizó la Escuela de Medicina Campus San Felipe, con ocasión de la inauguración de su año académico. Se trató de una jornada de capacitación abierta a la comunidad en la que abordó diagnóstico, tratamiento, pronóstico, autocuidado, educación y rol de la familia en personas con epilepsias, a través de profesionales de la Liga Chilena contra la Epilepsia y de la Escuela de Medicina UV.
Cerca de cien estudiantes, docentes, profesionales de salud hospitalaria y municipal de Aconcagua participaron de esta actividad de capacitación que buscaba avanzar en desmitificar estas afecciones neurológicas crónicas y transmitir conocimientos que permitan disminuir el estigma asociado a esta condición.
La jefa de carrera de Medicina, doctora Ana María Julio, dio la bienvenida al encuentro, ocasión en que dijo que “como en cada actividad que organizamos en la Escuela, extendemos la invitación a los profesionales de la salud del valle de Aconcagua porque nuestro rol de formadores en la Medicina conlleva un sentido social, más aún por tratarse de una universidad pública como la nuestra”.
La jornada contempló charlas acerca de “Diagnóstico y clasificación en epilepsias”; “Diagnóstico diferencial”; “Tratamiento y pronóstico”; “Autocuidado y primeros auxilios en epilepsias”; “Manejo de crisis en servicios de urgencia”, y “Epilepsia y familia”.
Participaron como expositores los médicos David Martínez, Mariana Weitzman, Jorge Förster, Marcelo Muñoz (docente de la escuela de Medicina UV); la enfermera Paola Vargas, y la asistente social Loreto González.
El doctor Marcelo Muñoz, quien además hizo de facilitador del encuentro, valoró la mirada integral de la jornada. “Me pareció una muy buena instancia de presentar la epilepsia no como una enfermedad médica, sino también desde el abordaje social y la familia que necesitan los pacientes para estar bien. El objetivo no es sólo que el paciente esté sin crisis, sino que el paciente esté bien en el colegio, en el trabajo o que una mujer que se quiera embarazar tenga un embarazo seguro”.
Por su parte, el presidente de la Liga Chilena con la Epilepsia, doctor Jorge Förster, explicó que el trabajo de la liga además de intervenciones médicas, laboratorio y financiamiento de cirugías de epilepsias, realizan intervención psicosocial que tiene que ver con educación y capacitación.
“Estamos tratando de educar a la comunidad a todo nivel, desde salud, educación y la población en general. En Chile y el mundo son estigmatizados los pacientes con epilepsias. Se mantienen los mitos y prejuicios pese a que la historia de la epilepsias se puede resumir en dos mil años de ignorancia, falsas creencias y medicina poco científica, pero el estigma se mantiene igual”, comentó. De ahí la importancia de encuentros como éstos.
Marco Urrejola, técnico en enfermería del SAMU quien participó de la jornada dijo que “me han tocado varios casos de crisis epilépticas estando en la calle; es muy importante capacitarse, porque uno toma estos casos desde otra perspectiva. Excelente la jornada”.
El estudiante de Medicina, Víctor Rivera expresó que aprendió mucho. “Salí mucho más informado sobre las epilepsias”.
¿Qué puede gatillar una epilepsia?
Hay cinco causas descritas de las epilepsias, cuatro de ellas prevenibles: problemas de asfixia al nacer, lo que se previene con atención del parto; infecciones del sistema nervioso central, meningitis, para lo que están vacunas; accidentes, que se puede evitar con uso de casco y cinturón de seguridad; y envejecimiento cerebral que se previene con estilos de vida saludables, control de obesidad e hipertensión arterial. No obstante, la causa genética no se puede prevenir. Al menos en el 50% de las epilepsias está presente el factor genético, pero no es el único.
El 60% de las epilepsias en niños que no obedece a ninguna lesión cerebral se mejora con tratamiento. En adultos lo más probable es que lo acompañe por toda la vida. Sin embargo, con tratamiento apropiado, la gran mayoría de las personas con epilepsia pueden controlar sus crisis y mejorar significativamente su calidad de vida.