San Esteban - Con el apoyo de Indap matrimonio campesino ya cuenta con una decena de exquisitas variedades, además de la producción de aceite de oliva y aceitunas.
La elaboración de mermeladas y conservas artesanales es parte de la tradición familiar del emprendedor Manuel Cantellano y su señora Silvia Calderón, de la comuna de San Esteban, quienes heredaron la sabiduría ancestral de sus padres y abuelos y ahora son productores de más de una decena de variedades de este producto donde destacan algunos sabores menos tradicionales como la mermeladas de betarraga, plátano y zanahoria, entre otras.
Pese a estos conocimientos no fue hasta hace un par de años que este inquieto y trabajólico emprendedor comenzó a dedicarse en cuerpo y alma a la producción de mermeladas y a buscar nuevos sabores: “con mi señora hacemos las mermeladas hace muchos años para la familia, pero hace dos años quedé sin trabajo y comencé a elaborarlas comercialmente. Fue por necesidad laboral y durante todo este tiempo he podido ampliar la variedad de los productos”.
Recientemente incorporado al Indap, este emprendedor con su marca “Don Mañungo” tiene todas sus esperanzas cifradas en poder mejorar su producción a través del apoyo capacitación y asesorías técnicas de este organismo, que ya está asesorándolo y apoyándolo en la comercialización de sus productos con la participación en ferias agrícolas: “me costó ingresar a Indap, pero fue lo que siempre quise, necesitaba de un organismo que me apoyara. A lo que apunto es a que me iluminen el camino por donde seguir”.
MERMELADAS NO TRADICIONALES
Una pequeña parcela de 5 mil metros que tiene en Campos de Ahumada con árboles frutales, nogales, olivos y una pequeña huerta, es la que provee de prácticamente toda la materia prima que utiliza Manuel Cantellano. De esta producción agrícola saca los frutos para la elaboración de las mermeladas más tradicionales como la de piña, papaya, durazno, ciruela, damasco y frutilla y otras menos tradicionales y de novedosos sabores como la mermelada de betarraga, plátano y zanahoria, entre otras.
“Algunas de estas mermeladas no son muy comunes y a algunos paladares les encanta y me las piden, tienen un sabor más intenso, han tenido bastante aceptación y es lo que me ha permitido poder sobrevivir hasta ahora con este producto”, asegura este emprendedor.
A esta producción este matrimonio emprendedor le suma la elaboración artesanal de aceite de oliva y producción de aceitunas con lejía, proceso que demora cerca de un mes - hace todo el proceso manualmente - pero que lo tiene contento gracias a la aceptación y los buenos comentarios que ha tenido de los clientes.
Este emprendedor destaca que las mermeladas son elaboradas solamente a base de fruta y azúcar, sin agregar ningún preservante ni químico: “las manejo con un punto adecuado para que se mantengan y son envasadas al vacio. En una semana puedo llegar a vender entre 15 a 20 kilos a través de clientes. Hoy en día la mayor parte de la economía familiar es producto de las mermeladas”, confiesa orgulloso.
Los precios de los exquisitos productos de este matrimonio campesino varían desde los 3 mil pesos el ½ kilo – excepto la de alcayota nuez a $3.500 - y 2 mil pesos las mermeladas de ¼ en cualquiera de sus variedades.
Al respecto, el director regional de Indap, Helmuth Hinrichsen, sostuvo que “el Ministerio de Agricultura a través de Indap, está apoyando a las familias campesinas como la de don Manuel Cantellano a través de sus programas de fomento, fortaleciendo sus sistemas productivos y la comercialización, lo que mejora su calidad de vida y los hace mucho más competitivos en el mercado”.